La reestructuración del sector financiero
español no ha tocado a su fin. Tanto es así que los bancos llevarán a cabo aún
un nuevo ajuste de plantilla y capacidad durante los próximos tres años, de
forma que se cerrarán unas 3.000 oficinas y se
despedirá o se reducirá el número de empleados de la banca en unas 15.000
personas, según cálculos del profesor Santiago
Carbó, investigador de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), publicados en
el último número de Panorama Económico y Financiero Español.
A pesar de que desde el año 2012 el ajuste
de capacidad instalada ha sido intenso en el sector bancario español, Carbó da
por hecho que el mismo no ha finalizado aunque el proceso no es tan
intenso como en los años previos. Así, según sus estimaciones el número
de oficinas de la banca española rondará las 28.000 (frente a las 31.021
actuales, y las 37.903 del año 2012), y el número de trabajadores del sector se reducirá a unos 180.000, frente a los 194.688
registrados a día de hoy y los 231.389 empleados que había en 2012.
Algunos de estos ajustes podrían
considerarse orgánicos en el sentido de que están provocados por la oferta y
la demanda en un contexto en el que hay un cambio tecnológico significativo y
hay una competencia creciente procedente de los operadores no bancarios,
señalan desde Funcas. Es decir, que tanto la cada vez mayor cuota de la llamada
banca online y móvil, como la competencia surgida por la emergencia de
competidores de actividades financieras no bancarias empujan al sector en el
sentido de reducir sus redes físicas.
El proceso de reestructuración del sistema
financiero hasta el momento ha involucrado a 53 entidades en España, de forma
que el actual mercado cuenta con 14 bancos y cajas independientes. Pero el
problema de rentabilidad que sufre el sector en su conjunto ha conducido al
supervisor (el BdE) a dar una nueva vuelta de tuerca y a impulsar un nuevo
proceso de consolidación, que podría resultar, según diversos cálculos del
mercado, en una decena o menos de entidades bancarias en España.
Que va a haber un nuevo proceso de
concentración bancario parecen anunciarlo cada vez más actores del sector. Sin
embargo, y aunque suenan de forma recurrente entidades como Liberbank, Popular
o Bankia, desde Funcas no se atreven a hacer una predicción. En este
punto es difícil discernir qué entidades específicas serán las afectadas y
cuántos nuevos grandes grupos bancarios competirán en España, reconoce el
profesor Carbó.
Un escenario con tan pocos competidores no
supondrá un peor servicio para los clientes y ciudadanos en general, en opinión
de este académico. Y es que según señala en su estudio hay evidencia de que en
países con apenas cinco grandes entidades como Canadá hay tanta o más
competencia real como en países como Alemania o Estados Unidos, donde aún
existen en el mercado cientos de bancos y cajas.
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