jueves, 22 de enero de 2015

La realidad del colectivo de Cuadros y Técnicos del Sector Financiero

Desde que estalló la crisis en el Sector Financiero se han producido importantes cambios para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras; el impacto de la reestructuración ha tenido consecuencias de enorme calado en la reducción del empleo, en la diminución del salario y retribución variable, en el incremento del volumen de trabajo, en la tensión con los clientes, el alto nivel de estrés ..., todo esto ha afectado a la gran mayoría de los Directivos de a pie del Sector Financiero.
Todos sabemos que existen diferentes grados en los niveles de dirección, ya sean directores de oficina, jefes o coordinadores de departamento, asesores, gestores..., pero todos tienen en común que reciben la presión directa, sobre el cumplimiento de objetivos, por parte de la élite de la Dirección. Además son los encargados de transmitir esas decisiones al resto de los compañeros/as, con lo cual la presión es mayor, sobre todo porque a diferencia de la Alta Dirección, los directivos de a pie, están en el y conocen directamente cuál es la realidad que viven y se enfrentan día a día.
Con la crisis se ha agudizado una tendencia, que ya existía, la desvalorización de las funciones de los directivos de infantería. A la importante reducción del número de puestos de trabajo, disminución de las retribuciones extra-convenio, debemos sumar la degradación en el trato, en forma de amenazas, que reciben en muchas de las reuniones convocadas para el seguimiento de los objetivos, que en muchos casos, rayan incluso en el insulto. La élite de la Dirección, en algunos casos, para defender sus altos Bonus, no duda en perder hasta las formas más elementales de educación.
Paralelamente a esta situación junto con los demás compañeros y compañeras (gestores, asesores, comerciales) , también asisten a una mayor indefensión; los continuos cambios en las normativas ESMA– Midfi, en las normativas internas de las Entidades, etc. sumado a lo anteriormente citado, someten a una situación que hacen trabajar, en muchas ocasiones, en el filo de las normas, por lo que vemos con preocupación el incremento de las sanciones en ese colectivo. Por eso desde nuestra organización estamos atendiendo los distintos casos con una especial preocupación. Hemos visto como ante los problemas, Presidentes y Consejeros no han vacilado en descargar las responsabilidades de sus nefastas gestiones culpabilizando a los que obligaban a colocar los productos.
No es de extrañar el alto nivel de estrés que sufren a diario (en la encuesta realizada recientemente por UGT en el Sector, el 68% de los trabajadores/as respondieron sufrir una alto nivel de estrés), con los consiguientes riesgos de carácter físico y psíquico, a lo que debemos sumar las largas prolongaciones de jornada y las dificultades para conciliar la vida laboral y personal. Debemos conseguir que se cumplan los Acuerdos Colectivos que ya existen, en los sistemas de prevención en materia de riesgos psicosociales, en los protocolos de la evaluación de riesgos, así como lo acordado en los Planes de Igualdad de la Entidades. No es suficiente con tener derechos en los papeles, debemos hacerlos realidad en los hechos.

Muchas veces comentamos la división interna que tenemos, la excesiva individualización de la relación laboral, es frecuente oír entre nosotros, como una queja, aquello de “cada uno va a lo suyo y eso es nuestra debilidad”. De esto son plenamente conscientes los de arriba y por eso potencian las políticas de individualización y desregulación. Y de esto debemos ser conscientes. La salida a los problemas, solo puede ser colectiva así pues, solo podemos tener garantías en la medida que existan Acuerdos Colectivos que garanticen los derechos que nos permitan el desarrollo de una carrera profesional digna.
El primer paso para mejorar en nuestras condiciones laborales es la toma de conciencia colectiva, de que solo sobre la base de tener derechos colectivos podemos mejorar, o avanzamos todos o individualmente no hay salida, se irá incrementando cada vez más la brecha entre una élite de la dirección y la inmensa mayoría de los directivos. Si seguimos en esta línea la experiencia nos demuestra que muchos son los llamados y pocos los elegidos, y el camino, tras haber sido exprimidos, la inmensa mayoría queda en la cuneta.
Debemos seguir luchando en las Entidades por conseguir la implantación de sistemas retributivos transparentes y publicitados, establecimiento de objetivos alcanzables, razonables y cuantificables, una retribución variable que consolide una parte conforme se alcance una remuneración total en el tiempo, haciendo público la remuneración de cada tipo de puesto de trabajo. El oscurantismo en este terreno, la no consolidación de las remuneraciones y las arbitrariedades en la distribución de los Bonus, además de ser injusto, ahonda en la discriminación y la capacidad de ejercer nuestros derechos.
De la misma forma debemos plantear la necesidad de regular los criterios necesarios para el desarrollo de la carrera profesional. Basado en la transparencia y los principios del mérito y los resultados, fomentando sistemas de ascensos por capacitación, facilitando el acceso a la formación que no puede recaer exclusivamente sobre el trabajador.
Solo en la negociación del Convenio Colectivo Sectorial pueden existir derechos consolidados, es fundamental que la Organizaciones Sindicales presentes en el Sector, tengamos claro estos objetivos a la hora de negociar el convenio, sabiendo que no es una lucha fácil, pero que vale la pena pelear por ello.

1 comentario:

  1. Una perfecta descripción de la situación que se vive en Banco Santander, menos mal que hay Sindicatos es la unica defensa que tenemos, animo.

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