El multimillonario George Soros, a través de fondos controlados por él, han invertido en torno a los 500 millones de
euros en el capital Banco Santander tras la ampliación anunciada.
La inversión equivale a cerca del 7% del total anunciado para capitalizar el banco.
La cantidad invertida sitúa a Soros entre los inversores institucionales que han
posibilitado la operación anunciada.
Banco Santander ha ampliado su capital en 7.500 millones de euros, aunque, según aparece en un comunicado oficial, podría haberlo hecho en mucho más. «La demanda total ha superado los 11.000 millones de euros al precio de colocación, de 6,18 euros por acción, y ha contado con peticiones de 235 inversores», según asegura la entidad.
Banco Santander ha ampliado su capital en 7.500 millones de euros, aunque, según aparece en un comunicado oficial, podría haberlo hecho en mucho más. «La demanda total ha superado los 11.000 millones de euros al precio de colocación, de 6,18 euros por acción, y ha contado con peticiones de 235 inversores», según asegura la entidad.
La entrada de Soros por 500 millones no será lo
suficientemente alta para que se vea obligado a hacerlo público. Soros pasaría
a tener aproximadamente un 0,53% del capital del banco al adquirir cerca de unos 81
millones de acciones nuevas.
El fondo de inversión
BlackRock es el primer accionista del banco con un 4,77%. El fondo controlado por Soros
pasará a formar parte de larga una lista de entidades como Barclays, Generali, JP Morgan o BNP. La
familia Botín controla el banco con apenas con una
participación testimonial, apenas 1,4%.
Lo que parece claro es que la ampliación de capital ha perjudicado severamente a los pequeños accionistas. Por un lado, se les ha negado la posibilidad de acudir a la ampliación. Por otro lado ven como su participación se ve diluida. Y sobre todo, han visto que sus acciones, a corto plazo valen menos en bolsa. Los títulos del banco han caído en bolsa para ajustarse al descuento con que se ha llevado a cabo la ampliación, además de una penalización extra al cotizar por debajo de 6,18 euros. Y como corolario, soportarán un fuerte recorte del dividendo del 66% hasta los 0,20 euros.
Lo que parece claro es que la ampliación de capital ha perjudicado severamente a los pequeños accionistas. Por un lado, se les ha negado la posibilidad de acudir a la ampliación. Por otro lado ven como su participación se ve diluida. Y sobre todo, han visto que sus acciones, a corto plazo valen menos en bolsa. Los títulos del banco han caído en bolsa para ajustarse al descuento con que se ha llevado a cabo la ampliación, además de una penalización extra al cotizar por debajo de 6,18 euros. Y como corolario, soportarán un fuerte recorte del dividendo del 66% hasta los 0,20 euros.
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