sábado, 15 de marzo de 2014

Los bancos sanos cierran otras 1.100 sucursales, más del 5% de su red

Los bancos con ayudas no son los únicos que están ajustando sus estructuras. Las entidades sanas también están llevando a cabo ajustes de sus plantillas y de su red comercial en nuestro país con el objetivo de mejorar su eficiencia y rentabilidad. Buena parte de ellas han aprovechado los procesos de absorción de los grupos débiles para acelerar la disminución de sus estructuras que, en algunos casos, es superior a los planes acordados con los sindicatos.
Así, el año pasado las entidades solventes (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Popular, Bankinter, Kutxabank y Unicaja) cerraron el 5,4% de sus oficinas. A falta de conocer las cifras de Ibercaja, este colectivo de bancos echó la persiana a más de 1.100 sucursales. La cifra bajará más en 2014 con la clausura de los proyectos de reestructuración puestos en marcha y con algún recorte adicional para adaptarse al nuevo entorno económico. En la actualidad el volumen de oficinas de las siete entidades se sitúa en 19.690.
El único grupo que ha incrementado su red ha sido el Sabadell, que además, de manera sustancial, debido a las compras materializadas el ejercicio pasado. El banco catalán se hizo con el negocio financiero de Caixa Penedés, Lloyds y Banco Gallego, lo que ha elevado en un 27% su red, hasta superar las 2.400. Eso sí, procederá a una ligera reducción de unas 125 oficinas de Penedés por el solapamiento en algunas ciudades de Catalunya.
Pero hay otros dos, Bankinter y Kutxabank que apenas han ajustado su red comercial al considerar innecesario una medida de este tipo para defender su negocio.
Caixabank, a diferencia del Sabadell, ha aprovechado las adquisiciones de Cívica y Banco de Valencia para redimensionar su estructura a niveles ligeramente por encima de la época anterior a la crisis a pesar del incremento de la actividad proveniente de las adjudicaciones de entidades. Caixabank ha cerrado el 10% de sus sucursales en nuestro país.
Prácticamente el mismo porcentaje ha supuesto la fusión de Banesto con la red del Santander hasta el momento, según las cifras publicadas por el grupo cántabro.
La disminución de la red comercial ha conllevado la reestructuración de las plantillas. A través de planes de prejubilaciones y de bajas incentivadas, la banca sana ha procedido a recortar el número de sus trabajadores en un 1,8%, lo que supone poco menos de 2.500 empleados menos que al cierre de 2012. Como en el caso de las oficinas, el Sabadell es la excepción. Ha visto aumentar su plantilla en un 16%.
El más activo en el ajuste de su personal ha sido el Santander, dentro del proceso de absorción de Banesto, con un 7,2 por ciento o 2.100 trabajadores menos en nuestro país. Pero, BBVA es quien ha ido más allá de lo anunciado en su plan de adquisición de Unnim.
El banco que preside Francisco González, en concreto, ha disminuido su plantilla en 1.300 empleados, más del doble de las bajas pactadas en Unnim. De esta manera, el número de trabajadores de la entidad ha mermado en un 4,1 por ciento. Con la misma intensidad han metido la tijera Caixabank y Kutxa.

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